Las piscinas naturales surgieron como una evolución de los estanques ornamentales para la jardinería, al conseguir una transparencia absoluta en los recursos de filtración, hizo viable el uso de estos sistemas en las piscinas. Aunque hay países que siempre han utilizado los embalses ornamentales como baño, no es hasta hace 10 años que no se ha conseguido una calidad de transparencia del agua lo suficientemente eficiente como para ser comparada con la de las piscinas tratadas con cloro.
Ahora podemos decir que no sólo son tan transparentes como las piscinas tratadas con cloro sino que son más saludables, al no alterar la mortalidad celular de la piel, pues no compartimos el espacio de baño con los productos agresivos que eliminan y degradan los residuos y que también lo hacen con la piel, además se integra de forma natural en el entorno del paisaje, permiten compartir el agua con sus habitantes usuales. También atraen a los pájaros y ardillas, que vienen a beber agua, sin que ello les sea una trampa mortal, como lo han sido hasta ahora las piscinas convencionales.